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Sopresa muy grata

19 mayo 2009

Hoy, después de algún tiempo de silencio, motivado por el cúmulo de muchas cosas (personales, profesionales y anímicas), este espacio ha vuelto a encenderse con la luz de la ilusión, de la esperanza y del recuerdo. Siempre pensé que las nuevas tecnologías sirven para tender puentes entre las personas, para recuperar historias perdidas y para mantener vivas algunas esperanzas. La recepción de un correo electrónico de José Luis Batuecas, uno de los nuestros, me ha provocado una gran emoción, un estímulo entrañable que me ha hecho volver a la senda de nuestro proyecto común y de nuestra meta perseguida desde hace meses.

Si de algo me han servido todos estos textos, el despliegue de estas sensaciones personales, -sin duda compartidas- es para saldar esa deuda que posiblemente tenga contraída con aquellas vivencias, con todo lo que representó en mi vida la Universidad Laboral de Gijón y con las personas que estuvieron cerca. Desgraciadamente las excesivas ocupaciones (unas inevitables y otras obsesivamente contraídas) no permiten culminar como uno quisiera ciertas metas, determinadas apuestas que uno siempre hace para ganar.

A pesar de todo seguimos en el empeño y espero poder aportar nuevas propuestas en breve.